SERVICIOS
Campaña 360
RETO
Diseñar una campaña masiva de comunicación para "desnormalizar" las violencias en contra de los niños, las niñas y los adolescentes
CLIENTE
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
SOCIAL
CRÉDITOS
Aliados estratégicos junto con Wanderlust y Good Soup.
Dirección de investigación : Natalia Ramírez
Investigación: Santiago Rojas
- Campaña 360 -
Todo lo que hacemos les queda
Ninguna forma de violencia contra niñas, niños o adolescentes es justificable. Es más, es prevenible. Toda forma de violencia es una vulneración a sus derechos, y su erradicación y prevención se encuentra consagrada en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Niñez. En Colombia se reportan cada día 68 casos de violencia en contra de niños, niñas y adolescentes, y sabemos que esta cifra es mayor la impunidad en las denuncias es de cerca del 70%.
Si bien existe un concenso global para redoblar esfuerzos que nos lleven a poner fin a todas las formas de violencia contra la niñez y adolescencia, en particular en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible-ODS, llaman la atención dos elementos: uno, es un tema “oculto, no denunciado y poco documentado”; y dos, las vulneraciones ocurren, en su mayoría, en los entornos que deberían ser protectores: el hogar, la comunidad, los establecimientos educativos y los entornos en que se brinda atención de protección o judicial desde el Estado.
La principal razón que las víctimas o personas cercanas a una víctima tuvieron para no reportar el caso es que no creyeron que la violencia contra niñas, niños y adolescentes fuera un problema. Así mismo, expresaron que tenían miedo a “tener problemas” a causa de la denuncia, o que sintieron que la victimización que sufrieron fue culpa suya. La suma de estos factores es conocida como “naturalización” o “normalización” de las violencias contra niñas, niños y adolescentes, y ha sido identificado como uno de los principales obstáculos para prevenir, e intervenir en contra todas las formas de violencia.
Y ese es precisamente el corazón de nuestra campaña: Todo lo que hacemos les queda.
Es un ejercicio de comunicación que busca ayudarnos a identificar los comportamientos violentos que como sociedad – todos- hemos normalizado contra los niños, las niñas y los adolescentes y brindarnos herramientas para enfrentarlo. Si bien, los derechos de los niños son una conquista social, su materialización es una construcción cultural que sucede en el día a día.